miércoles, 7 de abril de 2010

4TH Street

El despertar en San Francisco sube entre columnas de vidrio.
Miles de ojos caen en cascada en un presente continuo.
Se reparte el espacio en un teatro de hormigón.
Llueve, llueve como si fuese pensamiento
repartido en calles estrechas.
El puente de la bahía salva el naufragio del viento.
Desnuda la ciudad palpita en miles de lenguas afiladas.
Los vagabundos jalan su carrito de supermercado
colmado de cobijas y de indescifrables pertenencias,
con un cigarro en la boca

invocan letanías como yerbas silábicas.
El mundo es pequeño, inmóvil,
una república de lenguas adivinando su capital de nombres.
De una palabra a la otra el silencio se inventa resucitado.
Desde mi ventana converso con la distancia
antes de que el anonimato me convierta en muro.
En el teatro de esta ciudad soy un ojo que deletrea.
Un muro hendido desde la altura.
Sergio Astorga


*vista de San Francisco desde el hotel.